"Checklist" para detectarlo
Todos conocemos algún caso o a alguien que sabe de alguien. Hombres y mujeres que, en algún momento de su matrimonio, descubrieron que sus maridos o esposas les habían escondido que en realidad eran gays o lesbianas.
Amity Pierce Buxton, autora del libro "The Other Side of the Closet" (Del otro lado del closet), considerado el mejor trabajo sobre este tema, calcula que en Estados Unidos hay unos dos millones de gays y lesbianas que están o en algún momento estuvieron casados con alguien del otro sexo. El 70 por ciento de esos casos involucra a una mujer lesbiana que se casa con un hombre heterosexual para mantener las apariencias.
La autora, que pasó por una experiencia similar, también es fundadora de la Red de Esposos Heterosexuales, una organización que brinda asesoramiento psicológico en Nueva Jersey.
¿Desconfías de que sea el caso de tu esposo? El problema es que, según la Amity Pierce Buxton, a menos que tu marido sea honesto, será muy difícil que te des cuenta. Sin embargo, el libro ofrece ciertos patrones de comportamiento que advirtieron las mujeres que ya pasaron por esto:
1. Deseo sexual normal. Para el hombre gay, las prácticas sexuales normales con su esposa son excesivas. "Yo podría haber sido feliz teniendo relaciones sexuales dos veces a la semana durante los primeros años de mi matrimonio, pero para él era mucho. Después del primer año, él lo hacía sólo una vez al mes y era sexo muy vacío", dice Amity Pierce Buxton.
2. Reducción de la actividad sexual en los primeros tiempos del matrimonio. Según la autora, incluso cuando el romance y la pasión desaparecen del matrimonio, el hombre sigue teniendo la necesidad sexual. En las parejas formadas por un hombre gay, esto no ocurrirá, porque el marido tendrá la necesidad de sexo, pero no con una mujer sino con un hombre.
3. Falta de agresividad sexual de parte del esposo. En una relación con un hombre gay, la mujer por lo general es la persona más interesada en tener sexo. De hecho, normalmente, según la autora, las relaciones sexuales en estas parejas ocurren sólo con la frecuencia necesaria como para confirmar que todo está bien.
4. Disgusto sobre las funciones sexuales normales. Si a tu esposo ya no le interesa tener sexo contigo si le pides que te toque el área vaginal o le hagas sexo oral, considéralo una señal de alerta. Seguramente lo justificará diciendo que otras mujeres no se lo pedían, pero es repulsión.
5. Amigos gays. Según el libro, si el mejor amigo de tu esposo es gay, tienes un problema. Si tiene más amigos gays cercanos, empieza a preocuparte.
6. Bares gays. Hay una diferencia entre que tu marido vaya con un grupo de amigos a un bar gay como curiosidad, pero no más. Si acostumbra ir a bar de gays, es sospechoso.
7. Sitios o películas de pornografía gay. Si tu esposo navega por sitios de pornografía gay o ve películas de pornografía gay tienes una razón para estar preocupada, dice el libro.
8. Comentarios homofóbicos. Ya sabes lo que dicen y en este caso es verdad. Si tu esposo hace comentarios fuera de proporción sobre las personas gay,los bares gays, o el sexo gay, incluso en forma crítica, presta atención. Muchos se expresan con comentarios homofóbicos para despejar sospechas.
9. Construcción del ego por hombres gay. Si tu esposo se siente halagado por los cumplidos sobre su look o sobre su cuerpo que le hacen hombres gay, cuídate.
De acuerdo con el libro, una o más de estas categorías positivas, deberían alertarte de que podría existir un problema.
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